viernes, 2 de noviembre de 2012

Azotín y los cerdos vietnamitas


Gracias a nuestro estimado ministro de educación, el Sr. Wert, he aprendido el valor de españolizar todo aquello que es muy válido pero que carece de la característica primordial para ser perfecto: ser español al 100%

¿Envidiamos la capacidad de los catalanes para tener claro qué desean para su futuro? Pues españolicemos a los catalanes. ¿Que los vascos hace siglos que creen que gracias a su trabajo pueden vivir sin necesitar al estado español para nada? Españolicemos a los vascos.

¿Que alguien cree que otra opción sería intentar buscar una convivencia en paz, en armonía, encontrando puntos en común en pos de un futuro más acorde con los ciudadanos y sus inquietudes? Españolicemos a ese bastardo...

Gracias, Sr. Wert. Su castizo apellido demuestra que desde otras culturas no se puede ser perfectamente español. Pero le propongo un ejercicio de coherencia: cámbiese a Berto. Sería usted José Ignacio Berto.

Cabrón...



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