Procuro no tener nada personal contra la gente que decide mi futuro, pero en el caso de nuestro presidente del gobierno, el Sr. Mariano Rajoy, es que no lo puedo evitar. Reúne las características que cualquier entomólogo necesitaría para confundirlo con un insecto, y de los más asquerosos, dicho sea de paso.
Y ahora va el Sr. José María Aznar y cuenta que no fue su primera elección para sucederle en el partido. Hay que tocarse los huevos bien tocados... Lo que quería Aznar era sin duda que se le echara de menos. Y si no fuera porque él mismo se encargó de ser el presidente más nefasto de la democracia, casi lo consigue.
Imaginaros este país gobernado por una cucaracha. No, ese ya está, me refiero a una cucaracha de verdad, de las que piensan más que un ministro, de las que tienen más cosas que decir que un presidente, de las que toman decisiones más acertadas que un alcalde, de las que piensan más en el bien común que cualquier político...
¿Os lo habéis imaginado? Pues borraros esa sonrisa de la cara, que todo ha sido un sueño... Y es que Aznar nunca supo elegir bien...
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