Todo malas lenguas, todo malas lenguas... Me parece una desfachatez pensar que alguno de nuestros ministros hace dejadez de sus obligaciones para irse de fiesta, aunque sea la de la Constitución. En esta vida hay que saber priorizar, y en eso nuestros gobernantes son los amos: los ricos antes que los pobres, el dinero antes que el servicio, la mentira antes que la verdad... y unos canapés antes que estar donde decidan nuestro futuro.
¿Es que alguien le dijo a la ministra Bañez que iba a tener que viajar? Se supone que para crear empleo en España hay que estar en España, qué es eso de irse de viaje para trabajar. ¿Le pagan dietas de desplazamiento? Seguro que no. ¿Va a poder volar en Business? Seguro que la meten en clase turista, con los que huelen mal...
Cualquiera en nuestro lugar habría hecho lo mismo. Que ministro sólo se es una vez, y sobre todo cuando tenemos la caradura a prueba de bomba.
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