domingo, 4 de noviembre de 2012

Azotín tiene amigos


Que si, que yo también tengo facebook, que si no tienes facebook no eres nadie... otra cosa es el Twitter, de eso ya hablaremos otro día. Y tengo muchos "amigos" en el facebook, y a algunos de ellos los conozco personalmente, y mola eso de poder charlar con ellos hasta cuando están lejos. Y mola que le puedas decir algo a tu mujer cuando está en la habitación de al lado y no quieres ni levantarte ni gritar. Y enterarte de que Fulanito de Tal tiene un sabañón, o de que Menganita de Cual por fin disfruta de una menstruación tranquila y plena de satisfacciones.

He llegado a tener "amigos" tailandeses, chinos y del Senegal. Cuantos ratos de ocio compartiendo cerdos de granjas pixeladas... cuantas horas de entretenimiento ayudándonos mutuamente a conseguir una fábrica de lápices de colores para construir la ciudad en la que no viviríamos ni de coña...

Hay una cierta dosis de tristeza en esas relaciones no sólo a distancia sino desde el desconocimiento y el desinterés verdadero. Pero es tristeza divertida, lo reconozco. No hay responsabilidades, no hay compromisos, sólo tienes que darle a un frío"me gusta" y la otra persona se siente mejor. Y tú te sientes mejor cuando alguien del que no sabes absolutamente nada comparte tu última ocurrencia o lo que has copiado de otro sitio.

Facebook mola. Mola más que los amigos de verdad, porque éstos te exigen fidelidad. A los amigos les tienes que invitar a cañas, a cenar, tienes que escucharle las penas, apoyarlos cuando te dicen que van a montar un negocio suicida, decirles que la culpa es de la crisis cuando el negocio suicida se va al carajo... Los amigos de verdad son como los orgasmos: son más de los que presumes que los que tienes realmente. Los amigos de verdad no se enfadarán cuando lean esto.

... o si, yo que se...

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