Nuevo mes, nuevas cifras de desempleo, nuevas sospechas de que estamos muy lejos de ver la solución. Más bien todo lo contrario, cada día estoy más convencido de que en las intenciones de La Familia de la Moncloa no se encuentra la mejora de la situación de millones de españoles con el futuro más negro que la sombra de un político.
Mientras, eso sí, los "ahorros" de los dirigentes del PP salen a la luz y nos escandalizan con su poca vergüenza. No hay explicaciones, no hay respuestas, sólo actos de fe y amenazas de denuncias a los que cuentan las cosas, a los que destapan la tapa de la alcantarilla y nos permiten oler tanta podredumbre.
Y un presidente detrás de una pantalla de plasma, dispuesto a convertirse en el hazmerreir de Europa y del mundo entero, en la peor cara de la ya de por sí maltrecha democracia española.
Tengamos esperanza. El gobierno está de cosecha. Pronto tendremos más fruta podrida y abriremos más melones con sorpresa. Lo mismo se terminan yendo por no soportar el olor...
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